jueves, 24 de enero de 2013

De entrevistas de trabajo y despropósitos varios.

Hay veces que me planteo en serio lo de escribir un libro. Creo que estoy perdiendo dinero, de verdad. Y es que hay veces que las cosas que me pasan parecen hasta inventadas de lo surrealistas que llegan a ser. Lamentablemente para mi, y afortunadamente para vosotros, son muy reales.

En este caso que nos ocupa no escribiría un libro nuevo, sino que reeditaría uno ya existente: "Yo, puta". Si si, suena mal, pero la historia lo merece.

Hace bien poquito he tenido mi última entrevista de trabajo. El puesto, así dicho, sonaba muy bien. Y es que me ofrecían la gerencia de un pequeño hotel rural del interior de mi provincia. Y diréis, ¿que puede haber de malo?, ¡es un pedazo puesto!

Eso pensaba yo, amiguitos. Así que allá me fui, a conocer el establecimiento en el que se podría desarrollar mi carrera profesional. Desde luego la oportunidad era increible, ¡ni más ni menos que tener que sacar adelante un negocio yo solita!

Y tanto que yo solita... A lo que vamos. Visite el establecimiento, precioso y a capricho, por cierto. Y ya después me senté con mi futuro jefe a discutir las condiciones.

Las condiciones... ¡ay las condiciones! Aquí la cosa se pone interesante. Mi trabajo consistiría en llevar toda la gerencia del establecimiento: reservas, contabilidad, compras, almacén...y desayunos y cenas. ¿sigue sin sonar demasiado mal aún, verdad? 

Íbamos por los desayunos y las cenas. Eso es. Mi persona misma sería la encargada de preparar y servir los desayunos y las cenas a los huéspedes que así lo deseasen. Y recoger después, claro. Repito, mi sola persona. Eso se iba a traducir en jornadas laborales que oscilaban entre las 8:30-9:00 de la mañana hasta la madrugada. Poquito y llevadero, vaya.

Cuando lo cuento a alguien, la respuesta que me dan a continuación es: Bueno, si te pagan bien... Y creo que ya os podéis estar imaginando la respuesta vosotros solitos.

Otra de las condiciones necesarias para mi contratación era cambiar mi domicilio a la zona en la que se encuentra el hotel. Alquilarme algo por allí, que sale por unos 250-300€ al mes. Como supongo que ya habéis adivinado, esos gastos también por mi cuenta, faltaría más.

Bonito eh? Pues ahora viene lo mejor... Todo eso por la módica cantidad de....¡1000€ mensuales!

La carcajada que tenéis preparada la podéis soltar ya, el chiste es bueno de narices. Evidentemente, y aunque el trabajo me lo ofrecieron en firme, mi respuesta fue que no. Supongo que ahora entendéis mejor lo del título del libro. :P


Y ahora la parte seria y menos frívola. Le he dado muchas vueltas a si escribir esto o no, nunca sabes las vueltas que puede dar la vida y si te volverás a encontrar algún día en ese mismo camino. Pero es superior a mis fuerzas no contarlo, aunque sea así medio en broma. Estas personas no son empresarios, ese término les viene bastante grande. Se aprovechan de la situación actual de la economía y de las necesidades de la gente. Bastante ya que no doy nombres ni pistas del lugar concreto, pero son cosas que si que merece la pena contar y que se sepan.

Lo dije hace poco y lo repito hoy, así no salimos de esta crisis ni de ninguna.

1 comentario:

  1. Yo aun no entiendo por qué no lo has aceptado. .. Si es un chollo! Todo ventajas! !

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